Mar Azul defiende el ecosistema, amenazado por un proyecto inmobiliario
Los vecinos del balneario geselino levantan la voz contra lo que dan en llamar «ecocidio».
Por Guillermo Tagliaferri
El frío no fue impedimento para que el fin de semana largo de junio los vecinos de Mar Azul, la tranquila y apacible localidad balnearia agraciada por su bello bosque de pinos y sus calmas playas, llevasen adelante una reunión para ratificar su enérgico rechazo a un proyecto inmobiliario que pone en riesgo el sistema ecológico y el acuífero de agua dulce.
En la convocatoria de la Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua, se informó el reciente inicio de acciones legales y la solicitud de una medida de amparo «que detenga el ecocidio y se repare el daño ambiental». Además, se compartieron las últimas novedades, escucharon los informes de las comisiones organizadas y debatieron ideas y propuestas de los asistentes.
Perteneciente al partido de Villa Gesell y vecina cercana de Mar de las Pampas, Mar Azul cuenta con una población estable de aproximadamente 2000 habitantes, que se incrementa en la temporada vacacional con turistas y dueños de propiedades, que buscan un remanso de paz en la Costa.
El proyecto del conflicto
En los últimos meses, surgió una preocupación para locales y visitantes frecuentes: el anuncio de la construcción de un megaproyecto inmobiliario, que según denuncian «viola la normativa ambiental, está emplazado en una zona protegida y pone en serio riesgo el acuífero de agua dulce».
Bajo esos argumentos los vecinos rechazan este proyecto de la empresa Grupo Portland-Solanas, de construir en el frente costero entre las calles 36 y 37, en sector del antiguo camping, un complejo de más de cien departamentos y varias comodidades, además de cocheras subterráneas.
La proclama de los vecinos
En un extenso comunicado, la Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua, dejó en claro su posición: «Mar Azul se caracteriza por ser un paraíso natural, rodeado de mar y bosque y entre todas y todos intentamos que esto sea siempre así ya que elegimos este lugar para vivir, por estos motivos».
«Lamentablemente hay empresarios que no piensan así. Tal es el caso de la empresa constructora Portland y el grupo Solanas que quieren iniciar un mega proyecto ilegal en nuestras playas y bosque. Destruyendo todo a su paso e incumpliendo ciertas leyes. Una de las más importantes que viola, es la ley provincial de Aguas de la Provincia de Buenos Aires 12.257, artículo 142, que prohíbe construir a menos de 150 metros de la línea de ribera hacia el continente ya que eso es espacio público».
«Quieren construir 116 departamentos con piletas, gimnasio, cocheras, etc. Es por esto que conseguirán contaminar las napas, ya que no tenemos agua corriente ni cloacas y al tocar el médano lograrán que el agua salada entre a las napas y luego nos salga agua salada de las canillas dado que debajo de los médanos está la reserva de agua dulce».
«Los responsables de este proyecto inmobiliario cercaron un terreno que es, por Ley provincial, un espacio público. La construcción que prevén va a generar un impacto socio ambiental sumamente nocivo para Mar Azul y sus habitantes. Además de la destrucción y usurpación del médano costero, no pueden explicarle a la población cómo van a proteger las napas de agua y cómo van a abastecer de energía eléctrica este proyecto de modo tal que no afecte a la zona, que dicho sea de paso apenas empieza la temporada, sufrimos cortes de luz o baja tensión constante».
«Ni hablar de la cantidad de animales que viven en nuestros bosques y playas que van a verse afectados por esta construcción. Por estos motivos y más, invitamos a que se sumen a nuestra campaña de firmas y en las redes con el hashtag #NOASOLANAS para ayudarnos a frenar este ecocidio».
