A la era Gallardo se le acercan los créditos del final.

En este caso no se trata de la crónica de un final anunciado, porque fue el propio Marcelo Gallardo el que decidió ponerle punto final a su primer ciclo en River el último 13 de octubre, tras 8 años y medio. Tampoco del derivado de angustia y tristeza que debieron procesar los simpatizantes de River. El punto es claro, las certezas, también. El tiempo permite entender lo que sucede. Sin las energías suficientes, nadie mejor que él para saber que necesitaba una pausa.

Está claro que ni River es el mismo tras Gallardo, ni Gallardo es el mismo tras su paso por River. Casi una simbiosis que será extraño ver a cada uno por su lado. Sin embargo, en el club están convencidos de su cosecha. De ese legado que a nivel estructura y organización dejó conformado. Ni más ni menos que su estampa.

Los primeros jugadores en recibir el abrazo de despedida fueron Nicolas De la Cruz, quien viajará a Qatar para disputar el Mundial con Uruguay, y Franco Armani, quien es el suplente del Dibu Emiliano Martinez en el seleccionado de Lionel Scaloni. De la Cruz es otro de los casos que experimentó una curva ascendente con la presencia de Gallardo en el banco. Su caso remitió a los primeros partidos del Pity Gonzalo Martinez, a quien le costó ganarse a la gente, pero parte de esa confianza fue crédito del DT.

La anteúltima función con el Muñeco será en Viña del Mar, Chile, donde River enfrentará a Colo Colo desde las 19.30 en el contexto de un triangular amistoso que tendrá su desenlace el próximo domingo en Mendoza ante el Betis que conduce el Ingeniero Manuel Pellegrini, otro que condujo a River en 2003 y obtuvo el Torneo Clausura.

Sin embargo, el telón final del homenaje tendrá su nirvana el 9 de diciembre (en otro aniversario de la final de Madrid ante Boca), cuando se presente la estatua de bronce que estará junto a la de Angel Labruna. 

Centurión, Herrera, Mammana, Díaz, Casco; Pérez; Solari o Barco, Quintero, Palavecino; Beltrán o Solari y Borja, serían los once titulares que saltarán al campo para, de algún modo, seguir refrendando la nueva cara que River mostró desde que llegó Gallardo: la autoridad para jugar en el ámbito internacional. Y el prestigio ganado, claro.

Y en un futuro no tan lejano, es un secreto a voces que Martin Demichelis llegaría desde Alemania para suceder al Muñeco. Pero el hincha, aún quiere saborear lo último de Gallardo.

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