«El Dogma»: ¿puede el amor vencer la doble moral?
Un drama denso y sentido, que es un homenaje al teatro idish.
Por Mirtha Caré
La obra «El Dogma. La ilusión del paraíso», dirigida por Daniel Teveles, es una adaptación de «El Dios De la Venganza» (Der Got Fun Nekome,1906) del escritor, candidato al Nobel, Sholem Asch. Y en palabras del propio Teveles, es su homenaje al desaparecido teatro idish, en el cual se crió.
Sobre el contexto
El relato está situado en la Ciudad de Buenos Aires en 1919, en el contexto histórico de la «Semana Trágica» (nombre con que se conoce la represión y masacre sufrida por el movimiento obrero durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen).
Una época, además, de gran esplendor para los prostíbulos –conocidos como casas de tolerancia– en los que operaba una red de trata de personas (Zwi Midal, 1906–1937), conformada por delincuentes de origen, en su mayoría, polacos. Fue también una época de mucha violencia contra las comunidades judías.
Sobre la obra
Los sucesos se cuentan a través de la vida de una familia compuesta por tres integrantes, a los que se le suman –e interactúan modificándolos–otros miembros de la sociedad que habitan.
De la familia
El padre, Yanque o Jacobo, representa a un hombre judío que vino a América buscando fortuna y respeto. Pero que, a la vez, teme profundamente ser considerado hereje y no ser aceptado por su comunidad, ya que dirige un prostíbulo ubicado en el subsuelo de su propia casa.
La madre, Sara, es una exprostituta que fue «rescatada» cuando se casó con Yanque y que acompaña a su marido en la escabrosa travesía que deberá enfrentar. Ella se muestra dócil, pero saca las garras cuando es necesario para proteger sus intereses y los de su familia.
La hija de ambos, Rivkele, es una joven dulce e inocente, a la que sus padres le tienen prohibido relacionarse con el «mundo de abajo» y a quien quieren casar con un «hombre de bien», lo que la muchacha no va a aceptar tan fácilmente. Además, a Rivkele, le gusta leer a Alfonsina Storni, lo que representa en sí, dado el contexto y las prohibiciones, un modo de sublevación.
El conflicto
Rivkele no se conforma con lo que le ofrecen y, sin que sus padres se enteren, se relaciona con ese mundo que tiene –tan lejos, pero tan cerca– a sus pies. En esas idas y venidas, la joven conoce a Manke, pupila del prostíbulo de Yanque, y se enamoran perdidamente. Los padres toman esto como una traición imperdonable y el nido en el que conviven se transforma en un calvario.
Para destacar
La hipocresía que encierran todos los dogmas, la corrupción, la violencia, el machismo, la discriminación, la rebelión de los cuerpos y de las almas, son algunos de los temas que se abordan en esta obra y están magníficamente representados por sus actores, quienes dejan toda su pasión sobre las tablas.
El vestuario de época, la escenografía, el sonido y la iluminación son ingredientes para destacar. Como también, esos momentos intensamente poéticos en los que el amor convierte a la actuación en danza.
«El Dogma. La ilusión del paraíso»
Jueves a las 20.30
Avenida Corrientes 1764, CABA
