El ex futbolista Adrián Bianchi y su proyecto para ayudar a los jugadores al retirarse
El retiro es un momento muy duro y difícil de afrontar, porque sucede a edades muy tempranas.
Por Guillermo Tagliaferri
Adrián Bianchi, ex delantero de Vélez Sarsfield, Ferro Carril Oeste y Platense, entre otros, sufrió bastante cuando finalizó su carrera de futbolista. Le costó reinsertarse en la vida y gracias a la literatura lo consiguió.
El tema lo siguió preocupando y, pasados unos años, armó un proyecto para brindarles ayuda y consejos a los jugadores que ponen el punto final a su trayectoria dentro de los rectángulos verdes.
«Al proyecto lo llamé ‘Futbolistas Arriba’ con la idea de armar un lugar que sea una especie de centro de ayuda y orientación. Arrancamos en el club Ferro Carril Oeste, organizando reuniones y charlando sobre el tema del retiro» le cuenta Bianchi a El Canillita Digital.
Bianchi, un puntero derecho habilidoso y desequilibrante en su etapa de larga melena en las décadas de 1980-90, señala que «a esas reuniones asistían futbolistas grandes, pibes de divisiones inferiores, dirigentes. Cada uno contaba su experiencia, expresaba sus necesidades… Y se brindaba contención y orientación para los días siguientes al retiro, que no piensen que sólo sirven para patear una pelota«.
La radio como opción al encierro
Pero llegó la pandemia de coronavirus, el aislamiento obligatorio y las reuniones debieron suspenderse. Bianchi encontró una alternativa: «Buscando la forma de seguir, se me ocurrió hacer un programa de radio. Se emite todos los lunes, de 18 a 20 horas, por Radio Hexa (radiohexa.com.ar) y se sube a Youtube (Futbolistas Arriba). Junto al periodista Fernando Neira, hablamos del jugador en situación de retiro, entrevistamos a especialistas, escuchamos opiniones de profesionales que puedan ayudar a que el futbolista se sienta respaldado«.
La radio no es una novedad para Bianchi, apodado el Loco en su época de futbolista. También junto a Fernando Neira creó y condujo «De Poetas y Locos…» e «Historias de Potrero«, además de transmitir partidos de fútbol.
Su experiencia personal: «La pasé muy mal»
Bianchi, que también jugó en Deportivo Laferrere y en el exterior en Mineros Guayana de Venezuela, Deportes Concepción de Chile y Rampla Juniors de Uruguay, se retiró en 1996. «La pasé muy mal. No sabía qué hacer, qué camino tomar. Ni siquiera quería seguir viviendo. Tenía un sentimiento de frustración grande» confiesa.
La literatura fue el salvavidas que lo sacó a flote. «Siempre me gustó escribir. Lo hacía en mis ratos libres cuando era futbolista y después como técnico. Quizás no es común que un futbolista escriba. Empezar a escribir y editar mis libros me ayudó mucho, transformé esa frustración, tristeza, dolor y lágrimas en pensamiento positivo a través de la escritura. Los libros me hicieron ver la vida de otra manera» resalta.
«Una Nueva Oportunidad«, libro autorreferencial, fue su primera publicación. En esa ópera prima, Adrián Bianchi cita una frase de Ralph Emerson: «En muchas ocasiones, la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre decidiendo el curso de su vida«. Aplicado a la perfección para su caso personal.
Luego publicó los libros «Un Avioncito de Papel» y «El Diario del Alma». Sus cuentos también son parte de «Pelota de Papel«, la conocida saga escrita por futbolistas y otros deportistas.
Pero su amor por los libros no se limitó a la escritura. Bianchi encaró, hace una década, una campaña de recolección de libros para armar bibliotecas en colegios de barrios carenciados y villas. «Era una cruzada con el lema ‘Un chico, un libro’. Es fundamental en este mundo tan loco y con tanta violencia, acostumbrar a los pibes a leer. La lectura incrementa la imaginación, los sueños, la esperanza. Hay un montón de pibes que jamás tocaron un libro. Uno de los grandes problemas de este país es la educación, y fomentar la lectura en los chicos es fundamental«, recuerda aquella iniciativa solidaria.
El fútbol, siempre presente
En esos años posteriores al fin de su carrera como futbolista, se insertó en el mundo literario. Sin embargo, nunca cortó definitivamente su vínculo con el deporte que lo tuvo como protagonista, desde los 9 hasta los 35 años. Como director técnico, fue ayudante de Juan Manuel Guerra en Deportivo Morón y de Hugo Parrado en San Miguel. Y hasta hace poco fue entrenador en las inferiores de Ferro Carril Oeste.
Ahora lanzó su Club de Futbolistas, donde además de temas específicos relacionados con la práctica y el aprendizaje del futbolista, siempre está dispuesto a orientar y a preparar a los jugadores que, tras años de entrenamiento, vestuario y acción en cancha, deben decir adiós a una edad joven.
La música, otro cable a tierra
La música es otra actividad que ayudó al ex futbolista, actualmente de 58 años, a encontrar nuevas motivaciones. «Desde chico siempre andaba con una guitarra en la mano. Me gusta la composición musical, soy autodidacta» dice.
