El famoso Cheesecake Japonés: un postre ligero y esponjoso

El cheesecake japonés o como se le llama en Japón, “soufflé japones” o “soufflé del Japón” (sufure chīzu kēki) tiene una consistencia espectacular. No se parece al cheesecake americano y menos al Käsekuchen alemán. Es muy suave y delicado que diríamos que se parece a una esponjita muy agradable al paladar con un sabor ligeramente dulce con aroma a limón.

Esta tarta de queso japonesa se hizo viral en las redes sociales por como tiembla y lo esponjosa que es.

La receta de cheesecake japonés no es algo súper sencillo de hacer, pero si tienen ganas de probar algo distinto y se animan a hacer algo un poquitito más complejo: esta es la receta que están buscando.

Ingredientes

  • 1/2 taza de leche
  • 100 gr de queso crema
  • 100 gr de manteca
  • 8 yemas de huevo
  • 60 gr de harina
  • 60 gr de maicena
  • 13 claras de huevo
  • 130 gr de azúcar

Sobre este cheesecake japonés

Literalmente comer este pastel es sentir que estás comiendo una nube. Es muy esponjoso y eso se lo debe a la cantidad de merengue que lleva. Se deshace en la boca.

El cheesecake japonés tiene un gusto suave y sutil, es ideal para cualquier momento del día y la van a amar todos, se los puedo asegurar.

Se lo conoce como cheesecake japonés o torta que tiembla porque si lo mueven queda temblando por un buen rato.

Paso a paso del soufflé japonés

como lograr el pastel de queso con textura de nubes

  1. Derretir la manteca, el queso crema y la leche a fuego lento mientras vamos revolviendo con una espátula.
  2. En un bol aparte batimos las yemas y las vamos agregando la mezcla de manteca, queso crema y leche. Mezclamos.
  3. Le agregamos la harina y la maicena tamizadas.
  4. Con las claras vamos a hacer un merengue francés: batimos las claras a punto nieve y vamos agregando el azúcar por partes. Seguimos hasta que se forme un merengue firme y brillante. Hay quienes dicen que para darse cuenta que está en su punto exacto hay que dar vuelta el bol… No lo recomiendo, ya nos veo limpiando el piso todo pegote después! Con que el merengue se sostenga en las aspas de la batidora sin caer es suficiente.
  5. Llegó el momento de tensión: unir las dos preparaciones. Tiene que quedar una mezcla bien unida y a la vez no se puede perder el aire del merengue porque estamos fritos! Para eso hay que dejar de lado las varillas de la batidora, agarrar la espátula y muy suavemente integrarlas con movimientos envolventes, siempre en la misma dirección. El aire tiene que ser tu mejor amigo, no lo lastimes ni le hagas mal que sin él no somos nada.
  6. Volcar la preparación en un molde totalmente cubierto de papel aluminio y/o manteca (por fuera con aluminio y por dentro manteca, según cuenta la leyenda así no se baja así que corroborar en el video como lo hicimos así sale perfecto!). Fíjense que esté bien cubierto así no entra nada de agua cuando lo pongamos a baño María.
  7. Llevar a baño María en un horno precalentado a 165º por 25 minutos (pongan el timer!) y luego bajar el horno a 140º y cocinarlo 55 minutos más. Más o menos, depende de sus hornos. El cheesecake japonés debe quedar dorado por arriba. Puede tardar más así que estén atentos y tengan paciencia.
  8. Una vez que esté, apagar el horno, abrir un poquito la puerta y dejar que se enfríe ahí. No sacar antes así no se deforma. La paciencia es un don de los santos dicen amigos y amigas. Y vale la pena esperar, se los prometo. Una vez frío lo sacamos y desmoldamos.

Se puede decorar con lo que más les guste, alguna mermelada suave, azúcar impalpable. Lista la torta de queso japonesa que temblequea!

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