¿Qué beneficios tiene meditar para mi cerebro?
La meditación es una práctica que tiene una manera tradicional de realizarse y en estos últimos años se ha asociado con la sensación de la relajación física y tranquilidad.
A lo largo de los años, sus efectos fueron considerados beneficiosos y relacionados con aspectos místicos. Pero, la investigación científica comenzó a mostrar que de manera más profunda los beneficios cognitivos y psicológicos que la meditación genera en el cerebro.
Configurar el cerebro con meditación
La Red Neural por Defecto es un área que tiene como función principal manejar las acciones del ser humano en el momento que el resto del cerebro se encuentra distraído, sin tener en mente nada concreto. Se estima que cerca del 50% del tiempo que se encuentra despierto, pero realmente, el cerebro se encuentra en un estado de “distracción” y es en estos momentos es cuando la DMN se halla más activa. Esto sería igual a un piloto automático. Alteraciones patológicas en la DMN se encuentran asociadas con el déficit de atención, la ansiedad y la hiperactividad.
El estudio se llevó a cabo gracias a la participación de varios expertos en meditación y meditadores principiantes. Esto les permitió poder revelar que los partícipes más versados, también de reducir la actividad de la DMN, alcanzaban a activar otras zonas del cerebro, en comparación con los meditadores novatos. Estas regiones se encuentra relacionadas con el automonitoreo y el control cognitivo y, en sus formas patológicas, con enfermedades como el autismo y la esquizofrenia.
Meditar para manejar las emociones perjudiciales
De acuerdo con Richard Davidson, las emociones positivas podrían deberse a que la meditación trascendental mejora notoriamente los circuitos neurológicos que tranquilizan una parte del cerebro que actúa como gatillo del miedo y de la ira. Esta investigación confirmó que los beneficios de estas prácticas no únicamente lo adquieren los monjes que meditan durante mucho tiempo sino que, luego de un entrenamiento de varias semanas, también podían notarse cambios incipientes en individuos que ejercían profesiones estresantes.
