¿Por qué abrimos los ojos antes de que suene la alarma?

En el año 2011, un artículo publicado en la revista Science revelaba un componente del reloj biológico desconocido hasta ese momento.

Cada mañana, el reloj biológico refuerza nuestro metabolismo y pone en marcha importantes funciones fisiológicas que le «dicen» a nuestro cuerpo que ha llegado el momento de ponerse en pie. «El cuerpo es en esencia un conjunto de relojes», aseguró Satchindananda Panda, coautor del estudio. «Conocíamos vagamente el reloj que nos hace caer rendidos cada noche, pero no el que nos activa de nuevo al amanecer«, explicó. Ahora que lo han encontrado -una proteína llamada JARID1a-, el investigador asegura que «podremos entender mejor el insomnio, y por qué nuestro reloj biológico falla a medida que envejecemos o cuando desarrollamos ciertas enfermedades crónicas». También podría ayudar a entender los mecanismos del cáncer.

Un interruptor que nos enciende cada mañana

En los mecanismos moleculares que controlan nuestro ciclo de sueño-vigilia interviene una proteína llamada PERIOD (PER). El número de proteínas PER en cada célula del cuerpo aumenta y disminuye cada 24 horas. Nuestras células usan este nivel como indicador de la hora del día, y en función de esas cantidades le dicen al cuerpo si debe estar despierto o dormido. De hecho, cuando al llegar la noche los niveles de PER caen, nuestros sistemas biológicos se vuelven más lentos: baja la presión arterial, el latido cardíaco se hace más lento, nuestros procesos mentales disminuyen… Para que todo vuelva a ponerse en marcha a la mañana siguiente, según descubrieron Satchindananda Panda y sus colegas, es necesario que intervenga la enzima JARID1a, que funciona como un interruptor que nos «enciende».

Enfermedades crónicas

«Gran parte de lo que significa estar sano y joven se reduce a una buena noche de sueño», dice Panda. «Ahora que hemos identificado a JARID1a en la activación de nuestro ciclo diurno, tenemos una nueva vía para explorar por qué los ritmos circadianos de algunas personas están apagados y quizás encontrar nuevas formas de ayudarlos». Con la edad, por ejemplo, el reloj biológico parece experimentar desajustes, lo que provoca que muchas personas mayores tengan dificultades para dormir. También hay pruebas sólidas de que los trabajadores a turnos, como médicos y personal de emergencias, sufren un mayor riesgo de contraer ciertas enfermedades.

Por otro lado, los ciclos celulares diarios son fundamentales para el funcionamiento normal de los mecanismos genéticos que controlan cómo crecen y se dividen las células, tanto durante el desarrollo normal como en los casos de cáncer. Otra enfermedad crónica, la diabetes, también está relacionada con mecanismos celulares vinculados a los ciclos metabólicos controlados por el reloj biológico. Por ejemplo, la conversión de azúcares en grasa, que habitualmente solo tiene lugar en ciertos momentos del día, en las personas diabéticas parece que este proceso tiene lugar durante todo el día, lo que también sugiere ciertos desajustes en el reloj.

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