Rusia anuncia la reducción de la actividad militar
Tras 34 días de ataque, avanzan las negociaciones para hallar una salida el conflicto en el este ucraniano.
Por Gastón Dufour
Luego de la reunión realizada en Turquía entre los representantes de Rusia y Ucrania, donde fueron recibidos por el mandatario local Recep Tayyip Erdogan (foto), el Kremlin decidió disminuir la presencia logística y los ataques a las ciudades del país que mantuvo bajo fuego desde que iniciaron las hostilidades en febrero pasado.
Ucrania está dispuesta a renunciar a toda alianza militar, mientras tanto continúan sonando las alarmas en Lviv. Tal como pasó durante el resto de los encuentros en que procuraban llegar a un acuerdo, los ataques no se detuvieron y este es el primer paso hacia un punto en que se detengan, o al menos mengüen, los avances.
Es preciso recordar que uno de los pedidos del gobierno ruso implica el deseo de que Ucrania no se sume a la OTAN, ya que entienden que ello podría significar peligro de algún tipo para la soberanía de los territorios a su mando, los que (según la versión oficial en la que defienden la ocupación y la matanza de civiles derivada) se encuentran bajo derecho .
El gobierno de Volodymyr Zelensky pide, en paralelo, que varios países se sumen a la firma de un acuerdo internacional de protección contra nuevos ataques.
Mientras Turquía se anima a solicitar un alto el fuego, Amnistía Internacional ya acusó a Rusia de cometer crímenes de guerra. Según reportes oficiales, Ucrania realiza contraataques exitosos a los bombardeos en su territorio que por ahora (y considerando lo inmediato de las nuevas decisiones) aún no se detienen, entre ellos uno que afectó a un depósito de combustible en Rivne.
Un dato llamativo fue la presencia del magnate ruso Roman Abramovich, ahora ex dueño del club Chelsea (entregó el mando del club a la fundación del equipo inglés), quien presentó un rol de negociador sentado a la mesa del presidente ucraniano, ya que necesita que la guerra termine, considerando que afecta sus negocios internacionales.
En tanto esto sucedía, el oligarca ruso denunció que sufrió un intento de envenenamiento cuyo origen se desconoce, pero es fácil de imaginar. Así es que, de momento todo continúa siendo un juego de ajedrez con la realidad que se vive minuto a minuto, en una pulseada por poner fin al conflicto.
