Scotland Yard investiga a Boris Johnson por el «Partygate»

La jefa de policía, Cressida Dick, adelantó que llevarán adelante la investigación sin ningún tipo de favoritismos.

Por Gastón Dufour

Scotland Yard anunció oficialmente la apertura de un proceso contra el primer ministro inglés Boris Johnson por las investigaciones iniciadas para determinar los detalles de una serie de eventos ocurridos en Downing Street (nombre popular con que se designa al edificio donde reside y trabaja el primer ministro del Reino Unido), incluyendo el festejo de cumpleaños del representante del gobierno inglés, y la fiesta durante el luto por el fallecimiento del príncipe consorte, Felipe de Edimburgo. 

Según trascendió, se habrían organizado al menos 16 encuentros clandestinos en la famosa dirección. Es tal el escándalo que nombres pertenecientes al propio partido de Johnson estarían pidiendo la renuncia del Primer Ministro británico.

Motivada por el propio Poder Ejecutivo e incluso antes de este caso llevado adelante por Scotland Yard, ya había una investigación en curso sobre estos festejos, cuyos resultados se esperan en breve. Quien lleva adelante la realización del informe del que depende el futuro de Johnson es la vicesecretaria permanente de la Oficina del Gabinete, Sue Gray, quien debe detallar las conclusiones a las que arribó, incorporando a la causa las pruebas contra el acusado y su equipo.

Detalles del pedido de renuncia

En el régimen parlamentario existe el voto de no confianza, situación en que se reúnen los miembros del partido gobernante y deciden respecto de la remoción de la autoridad, similar a un impeachment.

Sin embargo, Boris Johnson podría recurrir a su voluntad de permanecer en el puesto, pero si la presión crece desde dentro de su propia fuerza (como parecería hasta ahora) sus chances se complican. Miembros de la oposición laborista también estarían solicitando la renuncia del funcionario. A pesar de que su poder es limitado, ya que tienen una presencia minoritaria en el Parlamento, se suman al pedido de destitución. 

Desgaste esperable

Como suele suceder en todo gobierno, pasado un tiempo, se produce un desgaste y las fuerzas que desean tomar el poder (o regresar a él) generan la presión para ello. Todo indica que estas fuerzas se encuentran actualmente dentro del riñón del propio partido oficialista.

En ese sentido, es preciso recordar que fue el propio Johnson el gestor detrás del telón del desplazamiento de Theresa May, ya que el golpe de gracia que se efectivizó cuando la mencionada enfrentó su pedido de renuncia, no hubiera sido posible sin los votos reunidos por quien ahora también está a punto de vivir la experiencia del retiro obligado, en un giro impensado de la rueda de la fortuna. 

A la espera de la resolución

Mientras todo esto ocurre, el oficialismo procura tomar medidas para contentar a la población y así menguar los efectos del escándalo; ello parece no ser suficiente y la bola de nieve no para de crecer, dejando a Boris Johnson con muy pocas opciones y entre la espada y la pared frente a la probabilidad cercana de su exclusión del poder. 

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