Vencer los efectos de la quimioterapia realizando entrenamiento mental

Smiling cancer woman with headscarf embraced by young happy girl

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es uno de los más comunes entre las mujeres de todo el mundo. La detección temprana y el tratamiento adecuado han dado como resultado que los índices de supervivencia aumentan en la población femenina afectada, lo que supone todo un logro. A pesar de ello, en un amplio porcentaje de mujeres tratadas con quimioterapia, se muestra que se ha denominado ‘quimio-cerebro’ o ‘quimio-niebla’ (del inglés ‘chemo-brain’ y ‘quemo-fog’). Estos términos se usan para describir las dificultades cognitivas que se muestran hasta en un 35% de las pacientes, quienes poseen alteraciones en sus capacidades de concentración, organización y planificación de sus actividades diarias.

Para tratar de compensar este tipo de efecto secundario del tratamiento contra el cáncer de mama, un equipo de investigadores de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) liderado por la doctora Patricia Ganz, desarrolló un programa de entrenamiento mental donde se le enseña a las pacientes como poder mantener su concentración en las cosas o cómo mejorar su memoria. Todo ello por medio de una serie de ejercicios y actividades como, por ejemplo, memorizar de una lista de la compra o planificar una comida familiar.

Para demostrar los efectos de ese programa de rehabilitación cognitiva, se llevó a cabo un experimento con un total de 48 mujeres que habían sido sometidas a quimioterapia para tratar un cáncer de mama. Un subgrupo formado por 32 mujeres realizó el entrenamiento mental mientras que otras 16 permanecieron en lista de espera, considerándose como el grupo control de comparación. Todas las mujeres realizaron varias evaluaciones neuropsicológicas: previo a saber a qué grupo eran asignadas, luego de las cinco semanas que duró el programa de intervención y además dos meses después. También, a un subgrupo de ellas se les realizó una prueba análisis cuantitativo de sus electroencefalogramas cuando se encontraban en reposo.

Los resultados son esenciales. Los investigadores hallaron que el grupo de mujeres que había hecho el entrenamiento no sólo disminuyó su nivel de quejas de funcionamiento cognitivo, sino que también mejoró en las puntuaciones de los test de memoria, y mantuvo esa mejora a los dos meses del tratamiento. Estos descubrimientos no se mostraron en el grupo control. Y de forma importante, también se registraron cambios en el patrón de ondas cerebrales medido con el electroencefalograma. De acuerdo con los autores del estudio, este patrón de ondas cerebrales se normaliza en las mujeres que entrenan sus capacidades con los ejercicios mentales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *